jueves, julio 29
Amo las comedias románticas porque siempre terminan bien. Se arman enredos, crisis, pero vos de afuera ves claramente la solución. De afuera se ve tan fácil, vos decís “él, por más que esté con otra, ama a su chica. Y ella, por más que lo niegue, también lo ama”. Y decís “déjense de dar vueltas y estén juntos”.
Out los terceros en discordia. En una buena comedia romántica se soluciona todo, y todos quedan felices y contentos.
Y después de todos los enredos al final los secretos se revelan. El que tiene que hablar, habla, el que se tiene que enterar, se entera. Todo se soluciona y final feliz.
Pero en la vida siempre algo enrula el rulo. La solución que está ahí, al alcance de la mano, siempre parece escaparse.
Si uno viera de afuera la vida diría “no, no, no hagas eso bólido ¿no te das cuenta que la solución estaba ahí?”.
No bólida, no hagas como que no hay tal crisis, no niegues más.
“Pedazo de bólido” dice uno viendo como él se pierde cada vez más.
“No bólidos” dice uno, tenían la solución en las manos, pero el rulo siempre vuelve.
Bólidos, eso es lo que somos todos, unos bólidos que enrulamos el rulo cuando la solución es tan sencilla.
Somos unos bólidos que confundimos gordura con hinchazón, problema con solución.El problema de la solución es confundir problema con solución. Es como creer que la tintura es el problema y la cana la solución.
Una dieta mágica te hace engordar el doble, un bronceador instantáneo te mancha la cara, una solución rápida te trae otro problema. Otras veces dejamos estar los problemas, confiando que se van a solucionar solos. Es como… como dejarte crecer el bozo y esperar que se vaya solo.
Somos bólidos por naturaleza. Muchas veces cuanto más queremos solucionar algo más lo complicamos. Pero a veces la solución llega sola, en el momento menos pensado.
Buscamos soluciones, siempre, hojas de ruta, señales que nos indiquen por dónde ir, hacia donde ir.
Solución es sinónimo de remedio, resolución, conclusión, resultado, desenlace, fin, termino, reparación, arreglo, recurso, final, salida, salvación, alivio, encontrarle la vuelta al rulo. Esa es la solución.
Tan simple, tan complejo y tan hermoso como esto. Encontrarnos fue, es y será la solución.
Out los terceros en discordia. En una buena comedia romántica se soluciona todo, y todos quedan felices y contentos.
Y después de todos los enredos al final los secretos se revelan. El que tiene que hablar, habla, el que se tiene que enterar, se entera. Todo se soluciona y final feliz.
Pero en la vida siempre algo enrula el rulo. La solución que está ahí, al alcance de la mano, siempre parece escaparse.
Si uno viera de afuera la vida diría “no, no, no hagas eso bólido ¿no te das cuenta que la solución estaba ahí?”.
No bólida, no hagas como que no hay tal crisis, no niegues más.
“Pedazo de bólido” dice uno viendo como él se pierde cada vez más.
“No bólidos” dice uno, tenían la solución en las manos, pero el rulo siempre vuelve.
Bólidos, eso es lo que somos todos, unos bólidos que enrulamos el rulo cuando la solución es tan sencilla.
Somos unos bólidos que confundimos gordura con hinchazón, problema con solución.El problema de la solución es confundir problema con solución. Es como creer que la tintura es el problema y la cana la solución.
Una dieta mágica te hace engordar el doble, un bronceador instantáneo te mancha la cara, una solución rápida te trae otro problema. Otras veces dejamos estar los problemas, confiando que se van a solucionar solos. Es como… como dejarte crecer el bozo y esperar que se vaya solo.
Somos bólidos por naturaleza. Muchas veces cuanto más queremos solucionar algo más lo complicamos. Pero a veces la solución llega sola, en el momento menos pensado.
Buscamos soluciones, siempre, hojas de ruta, señales que nos indiquen por dónde ir, hacia donde ir.
Solución es sinónimo de remedio, resolución, conclusión, resultado, desenlace, fin, termino, reparación, arreglo, recurso, final, salida, salvación, alivio, encontrarle la vuelta al rulo. Esa es la solución.
Tan simple, tan complejo y tan hermoso como esto. Encontrarnos fue, es y será la solución.
domingo, julio 25
viernes, julio 23
Hay momentos en los que el tiempo parece detenerse. Todo ocurre en pocos segundos, pero para vos es una eternidad. El tiempo se vuelve espeso, tenso.Un observador externo verá que todo ocurre rápidamente, pero para el que lo está viviendo desaparece la noción del tiempo.
Todo depende del punto de vista. Todo depende del observador.En esos momentos comprendemos que nada es absoluto y que todo es relativo ¿o no?
¿Cómo se puede estar absolutamente seguro de algo si todo el tiempo hay cosas que relativizan todo? ¿Uno deja de ser bueno cuando hace algo malo? ¿Existe el malo absoluto, el bueno absoluto?.
Nosotros vivimos en un mundo perfecto, sin fallas ¿Existe algo sin fallas? ¿Existe un mundo absolutamente perfecto, algo absolutamente perfecto? Cuando crees una verdad absoluta no hay lugar para las contradicciones.Si todo es relativo no hay nada malo, no hay nada bueno, no hay nada feo, no hay nada hermoso.
No es cierto que todo es relativo, hay cosas que son absolutas.
Esas cosas son las que le dan sentido a nuestra vida. La vida es un laberinto de cosas relativas. Y cada tanto nos encontramos con algo absoluto.
Todo depende del punto de vista. Todo depende del observador.En esos momentos comprendemos que nada es absoluto y que todo es relativo ¿o no?
¿Cómo se puede estar absolutamente seguro de algo si todo el tiempo hay cosas que relativizan todo? ¿Uno deja de ser bueno cuando hace algo malo? ¿Existe el malo absoluto, el bueno absoluto?.
Nosotros vivimos en un mundo perfecto, sin fallas ¿Existe algo sin fallas? ¿Existe un mundo absolutamente perfecto, algo absolutamente perfecto? Cuando crees una verdad absoluta no hay lugar para las contradicciones.Si todo es relativo no hay nada malo, no hay nada bueno, no hay nada feo, no hay nada hermoso.
No es cierto que todo es relativo, hay cosas que son absolutas.
Esas cosas son las que le dan sentido a nuestra vida. La vida es un laberinto de cosas relativas. Y cada tanto nos encontramos con algo absoluto.
lunes, julio 19
¿Alguna vez se pusieron a pensar qué pasa cuando viajamos en avión?
Nos sientan, nos atan, nos dan de comer, nos pasan una pelicula, apagan las luces y nos hacen dormir.
Nos tratan como bebés
¿ Y porqué hacen eso? Porque somos cientos de personas, dentro de un tubo de aluminio, volando a diez mil metros de altura. Todos ponemos nuestra vida en manos de un hombre: el piloto, y de una mujer: la ciencia. Somos bebés que dependemos de "adultos" que nos protejan.
Nada podemos hacer durante un vuelo.
Dependemos de ellos, y de lo que hagan para distraernos.
Nos vendes perfumes, nos pasan peliculas, o nos cantan canciones de cuna.
Es una cuestión de roles. A cada uno le toca lo suyo. El bebe llora, y el adulto debe ocuparse de él.
El bebé debe ser bebé. Y el adulto, adulto.
Pero nosotros, en general, no somos bebés, ni estamos en un avión a diez mil metros de altura. No dependemos de nadie para que nos alimente, nos cuide, nos cante canciones de cuna.
Podemos elegir ser unos bebés asustados, y seguir llorando, o ser adultos responsables.
Todos podemos ser pilotos de nuestra propia vida.
Nos sientan, nos atan, nos dan de comer, nos pasan una pelicula, apagan las luces y nos hacen dormir.
Nos tratan como bebés
¿ Y porqué hacen eso? Porque somos cientos de personas, dentro de un tubo de aluminio, volando a diez mil metros de altura. Todos ponemos nuestra vida en manos de un hombre: el piloto, y de una mujer: la ciencia. Somos bebés que dependemos de "adultos" que nos protejan.
Nada podemos hacer durante un vuelo.
Dependemos de ellos, y de lo que hagan para distraernos.
Nos vendes perfumes, nos pasan peliculas, o nos cantan canciones de cuna.
Es una cuestión de roles. A cada uno le toca lo suyo. El bebe llora, y el adulto debe ocuparse de él.
El bebé debe ser bebé. Y el adulto, adulto.
Pero nosotros, en general, no somos bebés, ni estamos en un avión a diez mil metros de altura. No dependemos de nadie para que nos alimente, nos cuide, nos cante canciones de cuna.
Podemos elegir ser unos bebés asustados, y seguir llorando, o ser adultos responsables.
Todos podemos ser pilotos de nuestra propia vida.
viernes, julio 16
Cuando te falla la memoria ¿Qué es lo que falla?
Necesitas recordar la dirección de tu casa para saber a dónde volver. Necesitas recordar tu nombre para saber quién sos.
¿Por qué hay cosas que olvidamos y otros recuerdos que nos persiguen sin descanso? ¿Uno se aferra a los recuerdos, o los recuerdos se aferran a uno? Te atrapan y no te sueltan. ¿Qué quieren los recuerdos? ¿Por qué insiste tanto la memoria?
¿La memoria es el pasado que quiere seguir siendo presente? Todo lo que vivimos se muere, se ahoga en el pasado. ¿La memoria es un manotazo de ahogado para que esas cosas no mueran? La memoria tiene vida propia; no es uno, sino ella la que elige qué cosas deja morir en el olvido y qué cosas mantener vivas.
La memoria es como un rompecabezas, que te rompe la cabeza. Son como fichas, piezas sueltas que uno tiene que ir reacomodando… La memoria siempre está en movimiento. Tener experiencia en realidad es tener buena memoria, es escuchar lo que nos susurran los recuerdos. La memoria es una boxeadora que pelea contra el olvido: a veces tira la toalla y a veces gana por knockout, pero siempre lucha.
Una llave, eso es lo que buscamos cuando buscamos en la memoria. Una llave que nos ayude a salir del laberinto. Una llave que abra la puerta de nuestra propia identidad. Porque sobre todo, la memoria… está viva.
La memoria es incansable, persistente y muy inquieta. Eso es lo peor, o lo mejor, de la memoria. No sólo es inquieta… sino que te inquieta. Solo sé que la memoria inquieta, y mucho.
Necesitas recordar la dirección de tu casa para saber a dónde volver. Necesitas recordar tu nombre para saber quién sos.
¿Por qué hay cosas que olvidamos y otros recuerdos que nos persiguen sin descanso? ¿Uno se aferra a los recuerdos, o los recuerdos se aferran a uno? Te atrapan y no te sueltan. ¿Qué quieren los recuerdos? ¿Por qué insiste tanto la memoria?
¿La memoria es el pasado que quiere seguir siendo presente? Todo lo que vivimos se muere, se ahoga en el pasado. ¿La memoria es un manotazo de ahogado para que esas cosas no mueran? La memoria tiene vida propia; no es uno, sino ella la que elige qué cosas deja morir en el olvido y qué cosas mantener vivas.
La memoria es como un rompecabezas, que te rompe la cabeza. Son como fichas, piezas sueltas que uno tiene que ir reacomodando… La memoria siempre está en movimiento. Tener experiencia en realidad es tener buena memoria, es escuchar lo que nos susurran los recuerdos. La memoria es una boxeadora que pelea contra el olvido: a veces tira la toalla y a veces gana por knockout, pero siempre lucha.
Una llave, eso es lo que buscamos cuando buscamos en la memoria. Una llave que nos ayude a salir del laberinto. Una llave que abra la puerta de nuestra propia identidad. Porque sobre todo, la memoria… está viva.
La memoria es incansable, persistente y muy inquieta. Eso es lo peor, o lo mejor, de la memoria. No sólo es inquieta… sino que te inquieta. Solo sé que la memoria inquieta, y mucho.
miércoles, julio 14
domingo, julio 11
Pedir perdón no debería tomarse con tanta liviandad.
El castigo precede al crimen, decía Dostoievski, porque uno antes de cometer el crimen sabe el dolor que generará y asume la culpa. Esa culpa es el castigo ¿Y uno pretende redimir esa culpa con un simple perdón?. Un perdón, no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón, antes, hay que estar dispuesto a reparar. De que sirve pedir perdón, cuando no hay manera.... de reparar lo que hiciste mal.
Cuando no nos perdonan, nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Cuando no nos perdonan, nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos, con un simple perdón no puede borrar el dolor que se causo.
Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismo provocamos. Recién cuando no hacemos responsables de lo que hacemos, ahí, se puede empezar a construir algo distinto.
Suplicando, a los gritos, de rodillas... implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza,no repara, no alivia, si no nos hacemos responsables de nuestros acciones. Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa, porque un simple perdón no puede borrar el dolor. Hay cosas imperdonables, aunque se pida perdón en todos los idiomas.
El castigo precede al crimen, decía Dostoievski, porque uno antes de cometer el crimen sabe el dolor que generará y asume la culpa. Esa culpa es el castigo ¿Y uno pretende redimir esa culpa con un simple perdón?. Un perdón, no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón, antes, hay que estar dispuesto a reparar. De que sirve pedir perdón, cuando no hay manera.... de reparar lo que hiciste mal.
Cuando no nos perdonan, nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Cuando no nos perdonan, nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos, con un simple perdón no puede borrar el dolor que se causo.
Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismo provocamos. Recién cuando no hacemos responsables de lo que hacemos, ahí, se puede empezar a construir algo distinto.
Suplicando, a los gritos, de rodillas... implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza,no repara, no alivia, si no nos hacemos responsables de nuestros acciones. Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa, porque un simple perdón no puede borrar el dolor. Hay cosas imperdonables, aunque se pida perdón en todos los idiomas.
jueves, julio 1
¿Ganar, es la única manera de ganar? Parece una pregunta complicada pero no lo es. Quiero decir ¿la única manera de ganar es ganando?
¿No se puede ganar nada perdiendo? Quiero decir si yo por ejemplo pierdo peso ¿no gano en salud? Si un señor pierde el vuelo y ese avión se estrella ¿no ganó algo perdiendo el vuelo el señor?
Un hombre pierde su empleo y se deprime tremendamente, pero consigue otro empleo mejor y le va muy bien ¿ese hombre no ganó perdiendo el primer empleo?
¿Cuándo uno pierde la inocencia gana algo? Quiero decir ¿cuándo perdemos la inocencia no ganamos en sabiduría, no ganamos en autodeterminación?
¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Mis queridos amigos cuando digo perdemos el miedo no digo tener una confianza ciega en que vamos a ganar siempre, sino perder el miedo a perder, de eso se trata.
En mi época se decía ‘perder la chaveta’. Y es verdad eh, a veces hace falta un poco de locura para ganar algo. A veces perder el control es la única manera de ganar libertad. Si yo te digo ‘perder la ilusión’ ¿ganamos algo perdiendo la ilusión?
A veces hay que perder la esperanza, perder la ilusión, para que nazcan cosas nuevas. Y parece que fuera el fin de todo y en realidad puede ser el comienzo de algo mejor. De lo que se trata es de perder el miedo a perder, porque a veces perder es la única manera de ganar.
Un iluso es alguien que se cree cualquier cosa ¿o no? La ilusión es una burbuja. Hay que romper esa burbuja chicos. Ustedes estaban en una película de héroes, romántica, defendiendo a sus amigos, a sus enamoradas… fin de la ilusión, se terminó, esa no es la realidad, la realidad es muy distinta. Pierdan la ilusión y van a entender que están luchando por todos, por salvar a todos, no solamente a algunos.
Cuando perdemos la ilusión y enfrentamos la realidad al menos somos más honestos, y tal vez quien sabe la realidad nos da una grata sorpresa. Pero lo que es seguro es que la ilusión nunca nos va a dar lo que promete. Ustedes lloren, griten, pataleen pero despídanse de ese mundo en el que vivían.
Soñar es querer cambiar una realidad, la ilusión es negar la realidad. La desilusión no es otra cosa que una bofetada que nos da la realidad, nos dice “eh, no sean tontos, las cosas son como son”.La ilusión nos hace creer que se puede sacar agua de las piedras, pero la realidad es que si queremos agua tenemos que ir al arroyo, porque si hay algo que las piedras no tienen es agua.
Bueno, y una vez que hayamos perdido la ilusión, que nos hayamos despedido de ese mundo ideal, agarramos la realidad con las dos manos y decimos “bueno ¿y ahora que hay que hacer?”, y les puedo asegurar chicos que hay mucho por hacer.
Ahí donde terminó la ilusión empieza la vida de verdad, y cuando ya estemos desilusionados soñemos en grande con el mundo que queremos y por el que vamos a luchar. Hay que perder la ilusión muchachos, porque ahí perder es ganar.
¿No se puede ganar nada perdiendo? Quiero decir si yo por ejemplo pierdo peso ¿no gano en salud? Si un señor pierde el vuelo y ese avión se estrella ¿no ganó algo perdiendo el vuelo el señor?
Un hombre pierde su empleo y se deprime tremendamente, pero consigue otro empleo mejor y le va muy bien ¿ese hombre no ganó perdiendo el primer empleo?
¿Cuándo uno pierde la inocencia gana algo? Quiero decir ¿cuándo perdemos la inocencia no ganamos en sabiduría, no ganamos en autodeterminación?
¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Mis queridos amigos cuando digo perdemos el miedo no digo tener una confianza ciega en que vamos a ganar siempre, sino perder el miedo a perder, de eso se trata.
En mi época se decía ‘perder la chaveta’. Y es verdad eh, a veces hace falta un poco de locura para ganar algo. A veces perder el control es la única manera de ganar libertad. Si yo te digo ‘perder la ilusión’ ¿ganamos algo perdiendo la ilusión?
A veces hay que perder la esperanza, perder la ilusión, para que nazcan cosas nuevas. Y parece que fuera el fin de todo y en realidad puede ser el comienzo de algo mejor. De lo que se trata es de perder el miedo a perder, porque a veces perder es la única manera de ganar.
Un iluso es alguien que se cree cualquier cosa ¿o no? La ilusión es una burbuja. Hay que romper esa burbuja chicos. Ustedes estaban en una película de héroes, romántica, defendiendo a sus amigos, a sus enamoradas… fin de la ilusión, se terminó, esa no es la realidad, la realidad es muy distinta. Pierdan la ilusión y van a entender que están luchando por todos, por salvar a todos, no solamente a algunos.
Cuando perdemos la ilusión y enfrentamos la realidad al menos somos más honestos, y tal vez quien sabe la realidad nos da una grata sorpresa. Pero lo que es seguro es que la ilusión nunca nos va a dar lo que promete. Ustedes lloren, griten, pataleen pero despídanse de ese mundo en el que vivían.
Soñar es querer cambiar una realidad, la ilusión es negar la realidad. La desilusión no es otra cosa que una bofetada que nos da la realidad, nos dice “eh, no sean tontos, las cosas son como son”.La ilusión nos hace creer que se puede sacar agua de las piedras, pero la realidad es que si queremos agua tenemos que ir al arroyo, porque si hay algo que las piedras no tienen es agua.
Bueno, y una vez que hayamos perdido la ilusión, que nos hayamos despedido de ese mundo ideal, agarramos la realidad con las dos manos y decimos “bueno ¿y ahora que hay que hacer?”, y les puedo asegurar chicos que hay mucho por hacer.
Ahí donde terminó la ilusión empieza la vida de verdad, y cuando ya estemos desilusionados soñemos en grande con el mundo que queremos y por el que vamos a luchar. Hay que perder la ilusión muchachos, porque ahí perder es ganar.
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